Tradición y devoción marcan celebración en honor a la Virgen de la Candelaria en Tarapacá

En la tarde del 1 de febrero, en el pueblo de Tarapacá, se llevó a cabo la tradicional pawa, junto con la entrada de cera y flores, en el marco de la celebración en honor a la Virgen de la Candelaria.

Cerca de 100 fieles se reunieron en la Cruz del Calvario del poblado para participar en el rito ancestral. La ceremonia comenzó cuando los alféreces repartieron los cirios, bellamente adornados con flores y cintas verdes. El padre Benito Tapia Espinoza, párroco de la localidad, invitó a los presentes a guardar silencio para preparar el ambiente y pidió a la banda tocar una alabanza.

A continuación, el párroco dirigió unas palabras de bienvenida, dando inicio al rito. Seguidamente, el diácono Claudio Fuentealba realizó las oraciones iniciales para comenzar la pawa y la procesión de cera y flores. Los fieles, junto al párroco y los alféreces, participaron con gran respeto en este rito ancestral.

Posteriormente, se dio inicio a la procesión por las calles del pueblo, culminando en el templo parroquial. Allí, el padre Benito explicó que los cirios simbolizan a Jesús resucitado presente entre nosotros, mientras que las flores representan la frescura de Dios en nuestros corazones. Invitó a los fieles a dejar que la luz de los cirios ilumine sus vidas durante la festividad y destacó que las flores son una expresión de la belleza que deseamos ofrecer a esta celebración.

Finalmente, el párroco concluyó la ceremonia con la bendición de los cirios y las flores, aspergiéndolos con agua bendita mientras todos recitaban el Padre Nuestro y el Ave María. También estuvieron presentes las Hermanas del Camino, acompañadas por el padre Christopher Pérez, misionero redentorista.

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